Foto: Juana Ghersa
TIPOS DE VIOLENCIA: CÓMO DARTE CUENTA Y QUÉ HACER
Hay varias formas de violencia contra las mujeres. Y muchas veces, las víctimas no se dan cuenta o lo disimulan. Acá, una guía para reconocer la violencia y los pasos a seguir para protegerte y encontrar la salida.
¿Estás ante una situación de violencia? ¿Tu pareja comete algún tipo de abuso? ¿Te sentís controlada, desvalorizada, encerrada? ¿Tenés miedo? Primero: identificá si tu pareja ejerce violencia sobre vos. Segundo: planificá con cautela los pasos a seguir, y cuidate. Hay salidas.
Tipos de violencia doméstica
VIOLENCIA FÍSICA
Es la forma más obvia de violencia doméstica: te empujan, maltratan (con rasguños, tirones de pelo), pegan, patean o usan objetos, inclusive un arma, contra tu persona. Cualquier tipo de agresión que afecte tu integridad física. Produce dolor, daño o riesgo de producirlo.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
No hay violencia física pero deja cicatrices mucho más dolorosas. Por ejemplo: cuando te descalifican, te desvalorizan, te humillan, en la intimidad o delante de otras personas. Causa daño emocional y disminución de la autoestima, perjudica y perturba el pleno desarrollo personal, busca degradar tus comportamientos, creencias y decisiones. ¿Cómo? Mediante amenazas, acoso, hostigamiento, restricciones, humillaciones, deshonra, manipulación o aislamiento.
VIOLENCIA SEXUAL
Cuando te presionan, amenazan o te fuerzan a participar en un acto sexual en contra de tu voluntad. Puede ser con o sin acceso genital. ¿Cómo? A través del uso de la fuerza, intimidación, coerción o amenazas. Incluye la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia.
VIOLENCIA ECONÓMICA
Cuando te niegan el dinero necesario para satisfacer las necesidades básicas de tu familia, especialmente las de tus hijos/as. También, cuando te presionan para que entregues tu dinero, bajo amenaza de daño físico o emocional.
¿Cómo te das cuenta?
La mayoría de las mujeres que sufre algún tipo de violencia no lo comenta con nadie. Incluso, las víctimas no suelen darse cuenta de lo que les pasa, o creen que ése es el trato que se merecen.
Aquí, algunos indicios que dan cuenta de que estás dentro de una relación violenta:
ABUSO VERBAL
Cuando te descalifican, te critican o insultan, te dicen que sos fea, gorda, estúpida, mala madre, que no tenés futuro, que cocinás mal, que no servís para nada. También, cuando te presionan con este argumento: “si me quisieras de verdad, harías esto”.
GOLPES
La víctima suele presentar golpes o lesiones y no puede explicar cómo le ocurrieron o inventa algo poco creíble.
TEMPERAMENTO VIOLENTO
Las personas con temperamento violento presionan a sus víctimas con intimidaciones y amenazas. Por lo general, culpan de todo a la víctima o a otras personas para justificar su comportamiento violento.
CARÁCTER DOMINANTE
Cuando existe un control extremo por parte del agresor hacia su víctima. Le pregunta permanentemente dónde está, la llama durante todo el día a su trabajo para ponerla en evidencia, escucha sus llamadas telefónicas, lee sus mensajes y administra su dinero.
CELOS EXAGERADOS
Hay constantes manifestaciones de celos por parte de la persona violenta y prevalece un comportamiento posesivo sobre su víctima, a quien acusa de supuestos coqueteos para avergonzarla y desvalorizarla.
AISLAMIENTO
Se priva a la víctima de ver a determinados amigos o familiares, se le prohíbe estudiar o trabajar, se la obliga a quedarse en la casa. El agresor viola sus libertades y no le permite comunicarse con otras personas.
CAMBIOS EMOCIONALES
La víctima manifiesta alteraciones en su comportamiento frente a las amenazas: se pone nerviosa, se atemoriza, o directamente no habla cuando su opresor está presente.
¿Qué tenés que hacer para cuidarte?
Para terminar con una relación violenta o iniciar alguna acción legal, es fundamental que planifiques tranquilamente cuáles son los pasos a seguir para no exponerte a daños mayores:
Reuní y guardá en un lugar seguro los documentos importantes de tus hijos/as y los tuyos, o copias de los mismos, tales como DNI, pasaporte, partidas de nacimiento, carnets de obra social. Recordá el número de DNI de tu pareja o ex pareja y su lugar de nacimiento.
Informá a tu médico sobre el episodio de violencia y obtené una copia de tu historia clínica. Guardá cualquier mensaje de texto o correo electrónico que constituya una amenaza. Todo eso va a servirte como prueba en el caso de que decidas recurrir a la justicia.
Solicitá una orden de protección que prohíba a tu pareja o ex pareja contactarte, atacarte, cometer abuso sexual, acosarte o llamarte por teléfono a vos, a tus hijos/as y familiares.
Comunicate con algún organismo local que tenga un programa contra la violencia familiar y solicitá asistencia legal. Llevá siempre con vos una copia de la orden de protección o medidas de restricción. Consultá la Guía de Recursos y Servicios con todos los datos sobre los organismos más próximos al lugar donde estés.